Las bolsas maquillan el final del mes y se enfrentan al mes de septiembre acumulando el mayor riesgo en mucho tiempo.
El mercado se queda afónico de gritar a la FED que baje más y más rápido los tipos de interés. Su lentitud puede provocar una auténtica catástrofe en las próximas semanas.
El dólar como exponente máximo de esta situación alcanza nuevos máximos y a no ser que la situación cambie mucho en los próximos días, puede terminar de hundir las materias primas, emergentes y los sistemas financieros europeos y japonés.
Los bonos del tesoro norteamericanos de corto plazo parecen el activo más atractivo ante esta situación.